martes, septiembre 19, 2006

De vueta

Creo que ya me di el suficiente descanso y ya volvieron un poco mas de mis ideas, por lo pronto algo que leer.

Como amar a una panista.

Te conocí ese día en la barra de ese restaurante que la gente de clase media que con pretensiones visita de vez en cuando, sobre todo de lunes a miércoles por sus promociones de comida y de cerveza oscura. En realidad, te vi desde que entre al restaurante, así que pretendí que no traía encendedor y aproveche la oportunidad para acercarme a ti y pedirte el tuyo. Compartimos los cigarros, las cervezas, las ideas, los números telefónicos y la cuenta.

Te volví a ver unos meses después, las cosas se tornaron un poco más fáciles para dirigirte la palabra, en realidad lo que se torno difícil fue el intercambio de ideas creo que alguien me comento que había una regla muy simple en las primeras citas no discutas sobre sexo, religión ni política, en realidad simplemente no discutas si te interesa llegar de pérdida a segunda base. Pero creo que nuestras ideas chocaban en muchos puntos aún así nos seguimos viendo, creo que la pasión de la discusión era lo que hacía rodar nuestra maquinaria dentro y fuera del cuarto.

Los dos sabemos que las cosas cada vez se tornaban más difíciles mientras se acercaba el verano. Las cenas, presentaciones, saludar con la mejor sonrisa a los candidatos a diputados y senadores, el problema del agua, los baches en la calle, y tu constante pregunta sobre por quién iba a votar, y claro no hay respuesta mas evasiva que escudarse diciendo “El voto es libre y secreto” ó “¿Cambiaría tu manera de sentir por mí debido a mis aficiones políticas?”, la última pregunta es jugar tan bajo como los video escándalos, el chantaje sentimental es lo peor que puede hacer uno tratándose de cualquier tipo de relación.

En realidad nunca supe cuando estallo todo, si al resaltar mi duda de cuál había sido el ganador o al hacer el comentario de que la elección era la más vacía, patética y sucia que se podía haber tenido. Tu comentario de: “¿Quisieras ver tu futuro en manos de un manipulador corrupto o un loco demagogo?” no simpatizo mucho a las personas con las cuáles estábamos cenando ese día y la respuesta de uno de ellos, de que el candidato de las manos “limpias” no tan limpias no fue mucho de agrado a tal punto de levantarte y dejarnos en medio de un debate el cuál no llegaría a nada otra vez.

Esa misma noche que fui a tu departamento a resolver la situación, pero creo que no se puede resolver una situación creando otra discusión sobre como uno debe de tener sus prioridades bien claras y saber cuál es el tipo de gente la cuál puede impulsar su carrera. Después de discutir y discutir, y yo tratar de cerrar el caso de cómo eso no afectaba y que en realidad no era el problema que se estaba discutiendo en el momento y por primera vez en la noche concordaste y conmigo y respondiste: “Tienes razón. El problema a discutir aquí es nosotros. ¿Acaso no me amas?”, no sé si esperabas alguna respuesta heroica de mi parte o simplemente el sí, pero no podía decirlo ¿realmente quería vivir así de esa manera? Discutiendo y alejándome de personas solo por no tener la manera de pensar del blanqui-azul. Quise hacer una recopilación de los posibles escenarios en mi cabeza, de cómo podía ser la vida si seguía de esa manera pero mi procesamiento fue interrumpido por tu voz diciendo: “Creo que deberías marcharte. Vete y no vuelvas”.

Las personas que llegaron a conocerte me dijeron que había tomado la decisión correcta. Sus argumentos eran razonables pero estaban llenos de esa pasión mal infundada que solamente alguien como ellos podía entender. En realidad yo sabía la verdad, ella fue la mejor amante que pude haber tenido la pasión desgarrada por las discusiones y el hecho de odiar un poco su pensamiento daba a nuestra relación ese toque que solamente se puede tener cuando el amor es realmente puro o es solo deseo primitivo.

En un futuro cercano ella se marchara de aquí, dejando atrás los problemas de los baches y el agua, seguirá siendo militante del partido y su pasión por la política crecerá con los años. La política será su casa y los dos entendíamos eso. Yo entendía eso. Me senté en mi sillón viendo la televisión y observando como unos juramentos y se tomaban y otros se rompían, observando su cabello color trigo el cuál corría por el viento y que dejaría esta capital.

2 Comentarios:

A la/s 7:08 p.m., Blogger aD_nOcTvm_ - papi - the fucking arq, Ruben, Kevin...you pick one ^^ dijo...

bienvenido de vuelta mi estimado.. chido leerte...

 
A la/s 8:20 p.m., Blogger Unknown dijo...

Que ondas broderazo, es bueno tenerte de vuelta, nos estamos leyendo...

 

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